DENOMINACIÓN:
São Silvestre
93a. Edición.
FECHA:
31 de Diciembre de 2017.
En un juego de libre mercado donde lo económico es cada vez más significativo, São Silvestre reabrió este lunes las inscripciones luego de haberlas cerrado "definitivamente" el viernes 24 de noviembre, a un precio en aquel último lote liberado de R$ 170.
Vemos que muchas pruebas van adoptando este sistema de reajuste de valores de inscripción de acuerdo a la demanda que se vaya registrando, siendo en esta modalidad, un enigma cuál será el último valor (coste de la última franja) de las inscripciones.
La tradicional Corrida de São Silvestre anunció los procedimientos adoptará en la carrera de 2017 para intentar desestimular a los corredores “pipocas” (palomitas).
Reza el comunicado: "Desde la largada y hasta la dispersión post-prueba, toda la estructura montada beneficiará exclusivamente al corredor oficial. De esa forma, San Silvestre, en su 93ª Edición, se unirá a los principales eventos en el mundo que adoptan políticas semejantes".
"Palomitas" se como se ha dado denominar en Brasil a los atletas que participan en las pruebas sin estar formalmente anotados. El evento dará continuidad a una campaña iniciada por Yescom en enero de este año, cuando había fuerte repercusión por la falta de agua que padecieron los corredores en la Edición de 2016. Se resalta que, a partir del 31 de diciembre de 2017, el agua será sólo para los inscriptos.
San Silvestre, la más tradicional prueba brasileña, es una carrera de la Fundación Cásper Líbero, que contrata precisamente a Yescom para la organización del evento.
Según la asesoría de prensa de la prueba, se volverán a repetir dinámicas ya aplicadas este año en la Media Maratón Internacional de São Paulo y en la Maratón Internacional de São Paulo.
Entre dichas acciones se encuentra supervisar el acceso al área de largada por la Alameda Santos y por São Carlos do Pinhal, establecer comunicación visual en los puestos de agua y acciones de triggering selectivo en la llegada.
"Es importante resaltar que la infraestructura del evento estará dimensionada para el número oficial de inscriptos, cerca de 30.000, no contemplando servicios a atletas sin inscripción ('pipocas').
En la 93ª edición, en la dispersión, al final de la prueba de 15 km, el espacio será mayor y reservado exclusivamente para los atletas, sin presencia del público. Se contará con monitoreo de acceso a áreas restringidas para así desviar a los atletas sin número.
Habrán siete puestos de agua, uno más que el año pasado, con volúmenes calculados para atender solo a los inscriptos. No se ofrecerá servicio alguno a atletas sin inscripción, informa la organización.
