|
Llevándose las manos a la altura del estómago y con evidentes muestras de dolor, Beata Naigambo, una experta corredora de maratón de 34 años y una marca personal de 2h.27'54", llegó zigzagueando a la recta final de la mítica prueba de 42,195 kilómetros. A falta de unos veinte metros para cruzar la meta se tambaleó hacia su izquierda, perdió la estabilidad y cayó junto a la valla con la vista perdida, pero cuando parecía que su carrera había acabado allí encontró fuerzas para levantarse y cruzar la meta en la undécima plaza con un tiempo de 2h.39'23". Sólo atravesar la línea de meta, la corredora africana volvió a caer desfallecida, por lo que fue trasladada a un hospital, donde al cabo de unas horas fue dada de alta. |
Cuando nos empezamos a aficionar al running y vemos que nuestro rendimiento va mejorando, poco a poco vamos adquiriendo confianza para dar un paso más y poner a prueba lo aprendido hasta el momento. Nuestro siguiente paso es participar en la “carrera estrella”: LA MARATÓN, donde el sufrimiento es cuantioso, pero la satisfacción incalculable.
Sin embargo, muchos de estos runners corren el riesgo de participar en una Maratón sin la necesaria preparación. Por ello, y porque es una distancia dónde exponemos el organismo al máximo, en el presente artículo tratamos de ayudar y responder a los posibles riesgos que se “corren” al participar en una carrera de ésta magnitud.
Algunos consejos previos a la realización de ésta práctica deportiva son los nombrados a continuación.
Primeramente hay que señalar que el riesgo de muerte tras realizar una Maratón se reduce a 0,75 por cada 100.000 participantes (y las causas muchas veces no son atribuibles directamente a la participación en la carrera). De esta manera, y como volveremos a señalar posteriormente, el riesgo de muerte súbita es relativamente bajo.
A pesar de este dato, no hay que dejar de tener en cuenta que correr una Maratón no está exento de ciertos riesgos (más todavía en aquellos runners que se han iniciado recientemente a este maravilloso deporte).
Por otra parte, te recomendamos que si tienes más de 40 años, te hagas revisiones de forma periódica (control médico, ergometría con intensidad deportiva, planificación seria o seguimiento planificado e individualizado del entrenamiento, etc) previo a exponerte a una maratón. Estas pruebas te permitirán conocer si presentas alguna cardiopatía o respuesta anómala al esfuerzo, dado que los riesgos más frecuentes que nos exponemos al correr una maratón están vinculados a problemas de corazón, como la arterioesclerosis (estrechamiento de las arterias) o problemas congénitos en el músculo cardiaco.
Además de esto, la deshidratación tanto por exceso como por defecto puede provocar serios problemas de hiponatremia (ingesta excesiva de agua, que reduce los niveles de sodio en sangre). La falta de sodio es el causante de que los músculos pierdan su capacidad de transmisión al corazón, lo que podría causar una parada cardiorrespiratoria. Igualmente, hay que destacar que tras una maratón, el sistema inmunológico queda dañado (incluso semanas después) a niveles equiparables a veces a los de un sidótico, lo que supone una mayor probabilidad de que el runner tenga posibles infecciones, por lo que es aconsejable evitar cualquier contagio, y, sobre todo en esta época del año, cuidarse de los efectos del clima en días posteriores.
No debemos olvidar que durante más de 3 horas vamos a estar expuestos a continuas fricciones, debido al roce de la piel con la ropa que empleemos el día de la carrera. Aunque es poco frecuente, hay que tener precaución con estas fricciones, ya que en el último de los casos podría conducir a dolorosas heridas abiertas.
La vaselina es el mejor preventivo para esos roces, pero debe ser empleada ANTES de la carrera, jamás después. Si el día amanece lluvioso te aconsejamos ponerla hasta con exceso, aún si habitualmente no te paspas.
Por último, y no menos importante, los continuos impactos en el terreno, pueden provocar algún desgarro muscular, pequeñas o grandes contracturas, o incluso, algún daño en la rodilla. Recuerda que los síntomas de rotura fibrilar suelen ser claros: un síntoma de pinchazo repentino de clavo en un músculo es, en el 99% de los casos, desgarro o rotura fibrilar.
A pesar de estos riesgos indicados, los profesores Sharlene Day y Paul Thompson publicaron en la revista Sports Health en 2010, que los maratonianos están asociados con unos bajísimos valores de muerte súbita. Según los autores, este riesgo es incluso más bajo en mujeres, y -es MUY IMPORTANTE tener esto en cuenta- el riesgo es independiente de la experiencia que tengas en el maratón o de la presencia de síntomas previos.
La mayoría de las muertes y problemas vienen derivados de problemas de la arteria coronaria. Una buena preparación, regulada y controlada por expertos, se antoja como fundamental para evitar esos problemas serios. Igualmente (y antes de mostrar los medios que podemos poner por nuestra parte), cabe recordar que la presencia y uso de un desfibrilador durante una prueba de este tipo, es crucial para recuperar a personas que presentan algún fallo cardiaco durante o (sobre todo) después del Maratón.
Pero no vamos a asustar con estos problemas, ya que están sobradamente demostrados los beneficios saludables que tiene la práctica de actividad física, aunque sí te vamos a pedir que te detengas inmediatamente ante síntomas como dolor en el pecho, molestias de tipo digestivo debajo y a la izquierda del corazón o principios de estados confusionales.
Siempre debes tener en cuenta que la distancia de los 42 km supone una exposición a nuestro cuerpo a esfuerzos muy intensos y muy duraderos. Por ello, te sugerimos una serie de recomendaciones que te ayudarán a afrontar mejor tu primera Maratón:
- Siempre que desees correr un maratón, recuerda haber participado al menos en 6 u 8 medias maratones, para conocer cómo responde tu organismo y “entrenar” a tu sistema musculoesquelético a esas distancias.
- Al menos “acumula” previamente 1000 kilómetros en tus piernas. Ello ayudará considerablemente a asimilar todos los esfuerzos que tiene que asimilar un maratoniano.
- JAMÁS estrenes zapatillas el día de la carrera. Incluso aunque sean del mismo modelo, hazles al menos 15 kilómetros antes para asegurarte de que no tienen algún defecto y para que pierdan la lustrosidad de la suela, que te puede costar un patinazo en zonas de hidratación (igual que sucede con los neumáticos nuevos).
- Si eres principiante en la Maratón, te recomendamos que las zapatillas que uses tengan una suela grande y ancha; deja las de menor gramaje para distancias más cortas. Ello te evitará en gran medida algún tipo de lesión.
- BEBER de forma regular (pero sin pasarte). Durante el Maratón, se recomienda beber cada 20 o 25 minutos como mucho (ello puede disminuir considerablemente los riesgos de problemas cardiacos).
- Si durante la carrera tenemos alguna sensación extraña como mareos, algún dolor muy fuerte, o una fatiga excesiva en alguna zona localizada o en general, es recomendable retirarse de la carrera. Hay que recordar que oportunidades para volver hay muchas, por lo que es mejor no correr riesgos innecesarios.
- Con el objetivo de recuperar un equilibrio metabólico y evitar intensos dolores musculares, se recomienda permanecer un poco activo (andar rápido o suave, o incluso trotar durante 5-10 minutos) después de la carrera. Este hecho nos ayudará a recuperar nuestros parámetros ventilatorios correctos, además de ayudar a nuestro sistema cardiovascular a volver a su situación inicial.
- No tener prisa por volver a correr después de la Maratón. El descanso es el mejor entrenamiento para el cuerpo humano, y por ello, alargar nuestro descanso después de participar en una Maratón, no nos hará nada más que beneficiarnos.
En definitiva, no dudes NUNCA en correr una Maratón, pero recuerda SIEMPRE que no es un juego de niños.